martes, 3 de septiembre de 2013

Un desayuno equilibrado puede prevenir la obesidad infantil

 
Según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo de España, sólo el 7,5% de los niños y niñas españoles toma un desayuno equilibrado, es decir, el compuesto por leche, fruta o zumo, e hidrato de carbono. Aproximadamente 20% de la población infantil y juvenil sólo toma un vaso de leche, mientras un 56% sólo lo acompaña de algún hidrato de carbono. La mitad de esos niños dedica menos de 10 minutos para desayunar. En resumen, los niños y niñas españolas desayunan mal, lo que implica, según expertos de Nutrición, en un aumento de la obesidad infantil en la mayoría de los casos.
 
El desayuno es, según los nutricionistas, una de las comidas más importantes del día. Supone, al menos, ¼ de las necesidades nutricionales de los niños. Cuando los niños no desayunan bien no tienen la energía y la vitalidad para afrontar el esfuerzo físico e intelectual que les exigen las actividades escolares. Además, un desayuno no adecuado hará con que los niños sientan, a media mañana, la necesidad de un gran aporte energético, encontrados en productos de alto contenido de azúcar y de ácidos grasos, como es la bollería y tantos otros que están directamente relacionados con el crecimiento de los índices de sobrepeso y de obesidad durante la infancia, por su alto contenido calórico.
El desayuno ideal
En muchas ocasiones, por la falta de tiempo, las prisas, y los atrasos, algunas familias prescinden de dar de desayunar a sus hijos en casa. Son obligados, por las circunstancias, a llevaren a sus hijos más temprano al colegio y que desayunen allí. Esa es una buena salida desde cuando los padres conozcan qué es lo que desayunan sus hijos. En la mayoría de las escuelas, el menú es controlado por nutricionistas, lo que significa que se puede confiar en el servicio.
A los padres que tienen más tiempo, en casa, el desayuno ideal y adecuado es el que sea variado en alimentos que tengan nutrientes necesarios:
  • Lácteos: leche, yogur, y/o queso
  • Cereales: galletas, pan, copos, entre otros
  • Grasas: aceite de oliva, mantequilla o margarina
  • Frutas o Zumo
  • Otros: mermelada, algún fiambre, miel, etc.
Cuando el desayuno aporta por lo menos 3 alimentos de los citados arriba, con toda seguridad, contribuirá a que los niños tengan más energía y más fuerza para desarrollar las actividades que les exijan.
Todo es una cuestión de hábito. Si desde la más temprana edad los niños son acostumbrados a desayunar bien, su organismo se habituará a esta costumbre, y le exigirá un buen desayuno todos los días, y ellos se sentirán satisfechos. Y la familia estará previniendo lo que hoy es una preocupación mundial de los expertos de alimentación: la obesidad infantil.

Obesidad en la primera infancia, ¿de qué se nutre?

 

Cada vez existen más pruebas que señalan que el peso en la edad escolar puede determinar el peso que se tendrá en la edad adulta. No obstante, existen pocos datos en relación a la primera infancia. En este sentido, un riguroso estudio publicado en diciembre de 2012 en Archives of Diseases in Childhood indicó que los factores que pueden predisponer a un bebé a padecer sobrepeso u obesidad son los siguientes:
  • Sobrepeso de la madre antes del embarazo
  • Tabaquismo materno durante el embarazo
  • Peso elevado del bebé al nacer
  • Rápida ganancia de peso por parte del bebé en los primeros meses
  • Incorporación temprana de alimentos sólidos (conviene que aparezcan a partir de los 6 meses)
  • No amamantamiento
Este último factor -el riesgo que puede suponer no amamantar al bebé en relación a la obesidad infantil- ha sido mencionado por importantes documentos de referencia publicados en 2007, 2011 y 2012. No obstante, un análisis más reciente (febrero de 2013) señala que el efecto negativo del tabaquismo materno sobre la obesidad infantil se justificaría por el estilo poco saludable que suele existir en los hogares en los que la madre fuma.
En cualquier caso, la prevención de la obesidad en la primera infancia pasa por evitar el tabaquismo en el hogar, tratar el exceso de peso de la madre (en su caso), amamantar al bebé de forma exclusiva hasta los seis meses y seguir con la lactancia materna a demanda (complementándola con alimentos saludables habituales en la dieta de la familia) hasta los dos años de edad o más.
 
 

 

Factores que alimentan la obesidad infantil


  
Científicos de la Universidad de Zaragoza resaltan la importancia de los últimos dos puntos de la lista anterior. Han constatado, en un estudio cuya primera firmante es la dietista-nutricionista Silvia Bel-Serrat, que ver poco la televisión y tomar una baja cantidad de bebidas azucaradas es crucial para prevenir el riesgo cardiovascular en niños. De hecho, estos dos factores fueron más importantes incluso que seguir una dieta rica en frutas y hortalizas o practicar ejercicio físico. La publicidad de "comida basura" influye de forma negativa, tal y como mostró un reciente artículo de Eroski Consumer.

Nuestra alimentación, cada vez menos saludable, el estilo de vida, muy sedentario, y otros motivos englobados en el concepto "entorno obesogénico", explican en gran medida las actuales tasas de obesidad en la infancia. Los niños con exceso de peso tienen más posibilidades de padecer diversas enfermedades y además suelen sufrir más rechazo y estigmatización social que los niños con un peso normal. No menos significativo es que tendrán serias dificultades para disminuir su peso si entran en la edad adulta con obesidad. De ahí la importancia de hacerle frente a tiempo.

Además de los diez puntos anteriores, para prevenir la ganancia excesiva de peso conviene limitar el número de veces que los niños comen en restaurantes de comida rápida (fast food) y, en paralelo, promover las comidas en familia. Esto último no solo previene la obesidad, también ejerce beneficios psicosociales. Todo ello sin olvidar que las escuelas u otros ambientes educativos cercanos al niño pueden prevenir de forma eficaz esta patología. Aún así, los padres deberían tener presente la reflexión del compositor Gustav Mahler: "No hay más que una educación, y es el ejemplo".

Prevenir la obesidad infantil en 10 pasos

  1. Servir raciones adecuadas para la edad del niño. Un estudio reciente ha observado que el tamaño de la vajilla influye, como en el adulto, en el volumen de comida ingerido por el menor.
  2. Tener en el hogar una variedad de hortalizas, frutas y cereales integrales (pan integral, pasta integral, arroz integral, etc).
  3. Escoger leche y productos lácteos bajos en grasa o desnatados.
  4. Limitar el consumo de carnes rojas o de derivados cárnicos.
  5. Promover el consumo de legumbres y frutos secos.
  6. Retirar de la vista del niño las tentaciones ricas en calorías (lo mejor es no tenerlas en el hogar).
  7. Fomentar la actividad física, sin olvidar que los niños imitan a los adultos: si los padres hacen deporte, los hijos también lo harán. Para prevenir la obesidad, el mínimo de tiempo diario que deberían dedicar los niños a realizar actividades de intensidad de moderada a vigorosa asciende a 60 minutos. Una revisión acaba de comprobar que el sedentarismo en la adolescencia es la norma.
  8. La bebida de elección para calmar la sed debe ser el agua. El consumo habitual de zumos está desaconsejado.
  9. Se debe limitar el consumo de azúcar, bollería y, sobre todo, bebidas azucaradas ("refrescos"). Diversos expertos consideran que se debería enviar "mensajes claros" a la población sobre los efectos negativos de dichas bebidas.
  10. Restringir a no más de 2 horas diarias el tiempo que los niños dedican a ver televisión, jugar a videojuegos o a navegar por Internet (los menores de 2 años de edad no deberían ver la televisión). Un estudio aparecido en abril de 2013 en BMJ Open señala que los hijos de padres que ven mucha televisión suelen repetir su (mal) ejemplo.

Proporciones en la comida para niños

Porciones para niños

Sirve porciones pequeñas a los niños de corta edad, si se quedan con hambre ellos pedirán más comida. Ofréceles nuevos alimentos en porciones aún más pequeñas, como una o dos cucharadas.

Ayuda si tienes niños quisquillosos para comer
Con frecuencia los niños quieren comer el mismo alimento comida tras comida, este comportamiento se conoce como "manía por un alimento". Por lo general, esta manía por un alimento no dura lo suficiente para perjudicar la salud del niño; si se trata de un alimento saludable, los padres pueden permitir que el niño lo siga comiendo hasta que se le pase la manía.
Es posible que los niños de corta edad coman menos un día y más al día siguiente, el apetito de los niños depende de su crecimiento y nivel de actividad. Si consideras que el niño está comiendo muy poco o demasiado, consulta a tu médico o dietista.

Utiliza la Pirámide Guía de los Alimentos para Niños de Corta Edad
Está pirámide especial te ayudará a enseñar a tus hijos qué deben comer para crecer y mantenerse saludables. En esta pirámide se muestran los alimentos que los niños conocen y disfrutan.

Ofrece a los niños de corta edad una variedad de alimentos de los cinco grupos alimenticios. Cada grupo proporciona algunas de las sustancias nutritivas y la energía que los niños necesitan. Ningún grupo alimienticio es más importante que otro. Para crecer y ser saludables, los niños necesitan comer diferentes alimentos cada día.
 

 


 
 

Como puede asegurar que los niños comen alimentos correctos?

¿Cómo puedes asegurar que los niños están comiendo los alimentos correctos?
 
Comienza con buenos hábitos alimenticios
 
Los niños de corta edad necesitan tres comidas regulares más uno o dos bocadillos. Planifica el horario de los bocadillos de tal forma que no queden demasiado cerca de los horarios de las comidas principales.
 Escoge bocadillos de los cinco grupos alimenticios señalados en la Pirámide Guía de los Alimentos.
Enseña buenos hábitos alimenticios con el ejemplo. Disfruta las comidas con tus hijos. Ellos aprenderán de ti cómo y qué comer. ¡Tus hábitos alimenticios saludables harán que tú también seas más saludable!
 
 
 

Puntos importantes para una buena nutricion

Algunos puntos importantes para poner en práctica una buena nutrición son:
  1. Incluya variedad de alimentos. Por ejemplo si le sirvió brócoli en el almuerzo, en la cena incluya salsa de tomate natural ó zanahoria. El color es indicativo de la fuente de nutrientes.
  2. Los niños deben hacer 3 comidas y 2 meriendas, con el fin de cubrir el requerimiento de nutrientes y energía.
  3. Evite que coman viendo televisión. La recomendación es máximo 2 horas al día.
  4. Los niños deben realizar 60 minutos de ejercicio al día.
  5. Elija productos bajos en grasa saturada, grasas trans y sodio.
  6. Limite el consumo de azúcar de jugos, galletas, dulces, repostería, entre otros.
  7. Incluya suficientes fuentes de calcio y hierro en su dieta, dos nutrientes importantes para el crecimiento del niño (a). El requerimiento de calcio es de 500-800 mg al día, y el de hierro es de 10 mg / día.
  8. Involucre a sus hijos en la compra y preparación de los alimentos, esto les enseñará y motivará a consumir alimentos saludables nuevos.
  9. No le prohíba alimentos, mejor darle variedad de alternativas saludables. La comunicación que tenga con los niños es clave para que ellos comprendan lo que es bueno y lo que malo.
  10. Tenga paciencia si su hijo (a) no quieren comer algún alimento en particular. Trate de buscar otras fuentes del mismo nutrientes y darle nuevas opciones.